sábado, 5 de janeiro de 2019

XX Juegos Florales de Curitiba - Língua Hispánica (Plazo: 31 de mayo)


Concurso realizado por la UBT- Curitiba-PR-Brasil

Considerando que la ley nº 14.842 de 12 de mayo de 2016, en su artículo 1º instituido en el município de Curitiba, las festividades de los Juegos Florales de Curitiba, realizado en el mes de septiembre, se entendió para bien, promover los XX Juegos Florales de Curitiba, cuyas Festividades de encerramiento ocurrirán en los días 13, 14 y 15 de septiembre de 2019,

1. Del Tema 

- Trovas líricas o filosóficas - 

- Para los trovadores de lengua hispânica:

Considerando que el arte, a través de sus diversas modalidades artísticas, se convierte en un instrumento de transformación y representa un papel indispensable en el proceso de sensibilización de las sociedades; Y que todos los países del mundo encuentren un enorme desafío para el desarrollo sostenible y que sólo la Unión de los pueblos pueda aplicar los 17 objetivos establecidos en la agenda 2030, decidió que el tema de los XX Juegos florales de Curitiba será uno de los 17 goles Agenda 2030 de desarollo sostenible, a saber:

Objetivo 1. Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo 

Objetivo 2. Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible

Objetivo 3. Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades

Objetivo 4. Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos

Objetivo 5. Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas

Objetivo 6. Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos

Objetivo 7. Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos

Objetivo 8. Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos

Objetivo 9. Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos

Objetivo 10. Reducir la desigualdad en y entre los países

Objetivo 11. Mejorar ciudades y comunidades sostenibles

Objetivo 12. Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles

Objetivo 13. Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos

Objetivo 14. Conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible

Objetivo 15. Gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y detener la pérdida de biodiversidad

Objetivo 16. Promover sociedades justas, pacíficas e inclusivas

Objetivo 17. Revitalizar la alianza mundial para el desarrollo sostenible
_____________________________

1.1. – Lo objetivo tema no precisam constar en el cuerpo de la trova.

2. Concurso Paralelo 

– El Trovador será galardonado con el mejor conjunto de trovas con los 17 objetivos de la agenda 2030 de desarrollo sostenible.

2.1. – Va a ser premiado un conjunto de 17 trovas en Portugués y un conjunto de 17 trovas en idioma hispano. (El conjunto debe contener 01 trova por objetivo).

2.2. – Puede competir por trovadores mayores de 18 años, ámbitos nacionales/internacionales y estatales, sin distinción entre las categorías nuevo
Trovador y veterano.

3. Modo de Envío

Las trovas deberán ser no máximo 1 (una) por tema, inédita, de autoría del propio remitente y  enviada: 

– Por e-mail 

o por sistema de sobres.

3.1. – Por el sistema de sobres , deberá constar en el sobre pequeño la categoría por la cual concursa el trovador. Las trovas deberán ser digitadas o dactilografadas. No serán aceptadas las Trovas manuscritas, aunque que sean en letra de molde, tampoco se aceptarán sobres coloridos.

3.2. – Por el sistema del sobre, para el concurso paralelo, las trovas se pueden mecanografiar y/o escribir en hoja del tamaño A4 sin identificación. La identificación completa debe ser remitida dentro de un sobre pequeño sellado dentro del más grande.

3.3. – Los trovadores de lengua hispánica deben encaminar las trovas para la Fiel
Depositaria: Maria Luiza Walendowsky. La trova, así como, la categoría por la cual concurre el trovador: Veterano ou Nuevo trovador, deberá constar en el cuerpo del email, y su identificación completa, con e-mail y su direción postal completa.

4. Domicilio para la remesa, para los dos concursos 

Sistema de sobres:

4.1. – Para los trovadores de lengua hispánica:

XX Juegos Florales de Curitiba.
A/C Maria Luiza Walendowsky
Rua Clementina D Sgrot, 110 - Bairro São Luís
CEP:88351-708 - Brusque - Santa Catarina - Brasil.

4.1.2. – Para todas las categorias (Veterano ou Nuevo trovador), deberá constar en el sobre como remitente Luiz Otávio, y el mismo domicilio del destinatário.

4.2. – Domicilio de la remesa, para los dos concursos: Por E-mail - Lengua Hispánica Por correo electrónico, las trovas deben enviarse al fiel depositario, Cristina de Oliveira, por correo electrónico: – colibrirosebelle@aol.com

5. Plazo

Serán consideradas las trovas que lleguen hasta el 31/05/2017

6. De la Premiación

La premiación ocurrirá en los días 13,14 y 15 de septiembre de 2019, en los locales y horário a ser definido.

6.1. – Se otorgarán diplomas, a los Trovadores clasificados.

6.2. – La premiación será remetida vía postal para los clasificados que no pudieran comparecer en la fecha dicha para su entrega.

6.3. – La UBT-Curitiba no se responsabilizará por cualesquiera de los gastos de transporte o de hospedaje de los clasificados para la entrega de los prêmios (en la obtención de patrocinio puede UBT-Curitiba soportar los costos relacionados con el alojamiento y la alimentación de los clasificados).

7. De la Comisión Organizadora

7.1. – La Comisión Organizadora resolverá los casos omisos y sus decisiones serán definitivas e irrevocables.

7.2. – Las trovas remitidas en desacuerdo con cualquier ítem serán eliminadas automáticamente del concurso.

7.3. La simple remesa de las trovas significa total conocimiento y completa aceptación de este Reglamento.

Mayor información para el e-mail: ubtctba@gmail.com

O por teléfono (41) 99787-9485.

sexta-feira, 4 de janeiro de 2019

Trova 339 - Marta Maria de O. Paes de Barros


João Cabral de Melo Neto (O Ovo de Galinha)


I

Ao olho mostra a integridade
de uma coisa num bloco, um ovo.
Numa só matéria, unitária, 
maciçamente ovo, num todo.

Sem possuir um dentro e um fora, 
tal como as pedras, sem miolo:
é só miolo: o dentro e o fora
integralmente no contorno.

No entanto, se ao olho se mostra
unânime em si mesmo, um ovo, 
a mão que o sopesa descobre 
que nele há algo suspeitoso:

que seu peso não é o das pedras,
inanimado, frio, goro;
que o seu é um peso morno, túmido,
um peso que é vivo e não morto.

II

O ovo revela o acabamento
a toda mão que o acaricia,
daquelas coisas torneadas
num trabalho de toda a vida.

E que se encontra também noutras 
que entretanto mão não fabrica:
nos corais, nos seixos rolados
e em tantas coisas esculpidas

cujas formas simples são obra 
de mil inacabáveis lixas
usadas por mãos escultoras
escondidas na água, na brisa.

No entretanto, o ovo, e apesar 
de pura forma concluída, 
não se situa no final:
está no ponto de partida.

III

A presença de qualquer ovo, 
até se a mão não lhe faz nada, 
possui o dom de provocar
certa reserva em qualquer sala.

O que é difícil de entender
se se pensa na forma clara
que tem um ovo, e na franqueza
de sua parede caiada. 

A reserva que um ovo inspira
é de espécie bastante rara:
é a que se sente ante um revólver
e não se sente ante uma bala.

É a que se sente ante essas coisas
que conservando outras guardadas
ameaçam mais com disparar
do que com a coisa que disparam.

IV

Na manipulação de um ovo
um ritual sempre se observa:
há um jeito recolhido e meio
religioso em quem o leva.

Se pode pretender que o jeito
de quem qualquer ovo carrega
vem da atenção normal de quem 
conduz uma coisa repleta.

O ovo porém está fechado
em sua arquitetura hermética
e quem o carrega, sabendo-o,
prossegue na atitude regra:

procede ainda da maneira
entre medrosa e circunspecta,
quase beata, de quem tem 
nas mãos a chama de uma vela. 

Fonte:
João Cabral de Melo Neto. Obra Completa. 
RJ: Nova Aguilar, 1994.

João Cabral de Melo Neto (1920 - 1999)


João Cabral de Melo Neto nasceu na cidade de Recife/PE, em 1920, segundo filho de Luiz Antônio Cabral de Melo e de Carmem Carneiro-Leão Cabral de Melo. Primo, pelo lado paterno, de Manuel Bandeira e, pelo lado materno, de Gilberto Freyre. 

Passou a infância em engenhos de açúcar. Primeiro no Poço do Aleixo, em São Lourenço da Mata, e depois nos engenhos Pacoval e Dois Irmãos, no município de Moreno.

Em 1930, com a mudança da família para Recife, inicia o curso primário. João Cabral era um amante do futebol, tendo sido campeão juvenil pelo Santa Cruz Futebol Clube em 1935.

Foi na Associação Comercial de Pernambuco, em 1937, que obteve seu primeiro emprego, tendo depois trabalhado no Departamento de Estatística do Estado. 

Já com 18 anos, começa a frequentar a roda literária do Café Lafayette, que se reúne em volta de Willy Lewin e do pintor Vicente do Rego Monteiro, que regressara de Paris por causa da guerra. 

Em 1940 viaja com a família para o Rio de Janeiro, onde conhece Murilo Mendes. Esse o apresenta a Carlos Drummond de Andrade e ao círculo de intelectuais que se reunia no consultório de Jorge de Lima. No ano seguinte, participa do Congresso de Poesia do Recife, ocasião em que apresenta suas Considerações sobre o poeta dormindo.

1942 marca a publicação de seu primeiro livro, Pedra do Sono. Em novembro viaja, por terra, para o Rio de Janeiro.  

Convocado para servir à  Força Expedicionária Brasileira (FEB), é dispensado por motivo de saúde. Mas permanece no Rio, sendo aprovado em concurso e nomeado Assistente de Seleção do DASP (Departamento de Administração do Serviço Público). Frequenta, então, os intelectuais que se reuniam no Café Amarelinho e Café Vermelhinho, no Centro do Rio de Janeiro. 

Publica Os três mal-amados na Revista do Brasil.

O engenheiro é publicado em 1945, em edição custeada por Augusto Frederico Schmidt. Faz concurso para a carreira diplomática, para a qual é nomeado em dezembro. Começa a trabalhar em 1946, no Departamento Cultural do Itamaraty, depois no Departamento Político e, posteriormente, na comissão de Organismos Internacionais. 

Em fevereiro, casa-se com Stella Maria Barbosa de Oliveira, no Rio de Janeiro. Em dezembro, nasce seu primeiro filho, Rodrigo.

É removido, em 1947, para o Consulado Geral em Barcelona, como vice-cônsul. Adquire uma pequena tipografia artesanal, com a qual publica livros de poetas brasileiros e espanhóis. Nessa prensa manual imprime Psicologia da composição. Nos dois anos seguintes ganha dois filhos: Inês e Luiz, respectivamente. 

Residindo na Catalunha, escreve seu ensaio sobre Joan Miró, cujo estúdio frequenta. Miró faz publicar o ensaio com texto em português, com suas primeiras gravuras em madeira.

Removido para o Consulado Geral em Londres, em 1950, publica O cão sem plumas. Dois anos depois retorna ao Brasil para responder por inquérito onde é acusado de subversão. 

Escreve o livro O Rio, em 1953, com o qual recebe o Prêmio José de Anchieta do IV Centenário de São Paulo (em 1954). 

É colocado em disponibilidade pelo Itamaraty, sem rendimentos, enquanto responde ao inquérito, período em que trabalha como secretário de redação do Jornal A Vanguarda, dirigido por Joel Silveira. Arquivado o inquérito policial, a pedido do promotor público, vai para Pernambuco com a família. Lá, é recebido em sessão solene pela Câmara Municipal do Recife.

Em 1954 é convidado a participar do Congresso Internacional de Escritores, em São Paulo. Participa também do Congresso Brasileiro de Poesia, reunido na mesma época. A Editora Orfeu publica seus Poemas Reunidos. 

Reintegrado à carreira diplomática pelo Supremo Tribunal Federal, passa a trabalhar no Departamento Cultural do Itamaraty.

Duas alegrias em 1955: o nascimento de sua filha Isabel e o recebimento do Prêmio Olavo Bilac da Academia Brasileira de Letras. A Editora José Olympio publica, em 1956, Duas Águas, volume que reúne seus livros anteriores e os inéditos: Morte e vida severina, Paisagens com figuras e Uma faca só lâmina. 

Transferido para Barcelona, como cônsul adjunto, vai com a missão de fazer pesquisas históricas no Arquivo das Índias de Sevilha, onde passa a residir.

Em 1958 é transferido para o Consulado Geral em Marselha. 

Recebe o prêmio de melhor autor no Festival de Teatro do Estudante, realizado no Recife. Publica em Lisboa seu livro Quaderna, em 1960. É transferido para Madri, como primeiro secretário da embaixada. Publica, em Madri, Dois Parlamentos.

Em 1961 é nomeado chefe de gabinete do ministro da Agricultura Romero Cabral da Costa, e passa a residir em Brasília. Com o fim do governo Jânio Quadros, poucos meses depois, é transferido outra vez para a embaixada em Madri. 

A Editora do Autor, de Rubem Braga e Fernando Sabino, publica Terceira Feira, livro que reúne Quaderna, Dois parlamentos, ainda inéditos no Brasil, e um novo livro: Serial.

Com a mudança do consulado brasileiro de Cádiz para Sevilha, João Cabral muda-se para essa cidade, onde reside pela segunda vez. Continuando seu vai-e-vem pelo mundo, em 1964 é transferido como conselheiro para a Delegação do Brasil junto às Nações Unidas, em Genebra. Nesse ano nasce seu quinto filho, João.

Como ministro conselheiro, em 1966, muda-se para Berna. 

O Teatro da Universidade Católica de São Paulo produz o auto Morte e Vida Severina, com música de Chico Buarque de Holanda, primeiro encenado em várias cidades brasileiras e depois no Festival de Nancy, no Théatre des Nations, em Paris e, posteriormente, em Lisboa, Coimbra e Porto.  

Em Nancy recebe o prêmio de Melhor Autor Vivo do Festival. Publica A Educação pela Pedra, que recebe os prêmios Jabuti; da União de Escritores de São Paulo; Luisa Cláudio de Souza, do Pen Club; e o prêmio do Instituto Nacional do Livro. 

É designado pelo Itamaraty para representar o Brasil na Bienal de Knock-le-Zontew, na Bélgica.

1967 marca sua volta a Barcelona, como cônsul geral. No ano seguinte é publicada a primeira edição de Poesias Completas. 

É eleito, em 15 de agosto de 1968, para a Academia Brasileira de Letras na vaga de Assis Chateaubriand. É recebido em sessão solene pela Assembleia Legislativa de Pernambuco como membro do Conselho Deliberativo da Sociedade Brasileira de Autores Teatrais (SBAT).

Toma posse na Academia em 1969, na cadeira número 6. A Companhia Paulo Autran encena Morte e Vida Severina em diversas cidades do Brasil. É transferido para a embaixada de Assunção, no Paraguai, como ministro conselheiro. 

Torna-se membro da Hispania Society of America e recebe a comenda da Ordem de Mérito Pernambucano.

Após três anos em Assunção, é nomeado embaixador em Dacar, no Senegal, cargo que exerce cumulativamente com o de embaixador da Mauritânia, no Mali e na Giné-Conakry.

Em 1974 é agraciado com a Grã-Cruz da Ordem de Rio Branco. No ano seguinte publica Museu de Tudo, que recebe o Grande Prêmio de Crítica da Associação Paulista de Críticos de Arte. É agraciado com a Medalha de Humanidades do Nordeste.

Em 1976 é condecorado Grande Oficial da Ordem do Mérito do Senegal e, em 1979, como Grande Oficial da Ordem do Leão do Senegal. 

É nomeado embaixador em Quito, Equador e publica A Escola das Facas.

A convite do governador de Pernambuco, vai a Recife (em 1980) para fazer o discurso inaugural da Ordem do Mérito de Guararapes, sendo condecorado com a Grã-Cruz da Ordem. Ali é inaugurada uma exposição bibliográfica de sua obra, no Palácio do Governo de Pernambuco, organizada por Zila Mamede. Recebe a Comenda do Mérito Aeronáutico e a Grã-Cruz do Equador.

No ano seguinte vai para Honduras, como embaixador. Publica a antologia Poesia crítica. 

Em 1982 é agraciado com o título de Doutor Honoris Causa pela Universidade Federal do Rio Grande do Norte. Vai para a cidade do Porto, em Portugal, como cônsul geral. Recebe o Prêmio Golfinho de Ouro do Estado do Rio de Janeiro. Publica Auto do frade, escrito em Tegucigalpa.

Ganha o Prêmio Moinho Recife, em 1984 e, no ano seguinte, publica os poemas de Agrestes. Nesse livro há uma sessão dedicada à morte ("A Indesejada das Gentes"). Em 1986 é agraciado com o título de Doutor Honoris Causa pela Universidade Federal de Pernambuco. Sua esposa, Stella Maria, falece no Rio de Janeiro. 

João Cabral reassume o Consulado Geral no Porto. Casa-se em segundas núpcias com a poeta Marly de Oliveira.

Em 1987 publica Crime na Calle Relator, poemas narrativos. Recebe o prêmio da União Brasileira de Escritores. É transferido para o Rio de Janeiro.

Em Recife, no ano de 1988, lança sua antologia Poemas Pernambucanos. Publica, também, o segundo volume de poesias completas: Museu de Tudo e Depois. Recebe o Prêmio da Bienal Nestlé de Literatura pelo conjunto da obra, e o Prêmio Lily de Carvalho da ABCL, Rio de Janeiro.

Aposenta-se como embaixador em 1990 e publica Sevilha Andando.  É eleito para a Academia Pernambucana de Letras, da qual havia recebido, anos antes a medalha Carneiro Vilela.  

Recebe os seguintes prêmios: Criadores de Cultura da Prefeitura do Recife, Luís de Camões (concedido conjuntamente pelos governos de Portugal e do Brasil), em Lisboa. 

É condecorado com a Grã-Cruz da Ordem do Mérito Judiciário e do Trabalho. 

A Faculdade Letras da Universidade Federal do Rio de Janeiro publica Primeiros Poemas.

Outros prêmios: 
Pedro Nava (1991) pelo livro Sevilha andando; 
Casa das Américas, concedido pelo Estado de São Paulo (1992); 
e também nesse ano o Neustadt International Prize for Literature, da Universidade de Oklahoma. 

Viaja a Sevilha para representar o presidente da República nas comemorações do dia 7 de Setembro, que tiveram lugar na Exposição do IV Centenário da Descoberta da América. 

No Pavilhão do Brasil, foi distribuída sua antologia Poemas sevilhanos, em edição especial. No Rio de Janeiro, na Casa da Espanha, recebe do embaixador espanhol a Grã-Cruz da Ordem de Isabel, a Católica.

Em 1993 recebe o Prêmio Jabuti, instituído pela Câmara Brasileira do Livro.

João Cabral era atormentado por uma dor de cabeça que não o deixava de forma alguma. Ao saber, anos atrás, que sofria de uma doença degenerativa incurável, que faria sua visão desaparecer aos poucos, o poeta anunciou que ia parar de escrever. 

Já em 1990, com a finalidade de ajudá-lo a vencer os males físicos e a depressão, Marly, sua segunda esposa, passa a escrever alguns textos tidos como de autoria do biografado. Conforme declarações de amigos, escreveu o discurso de agradecimento feito pelo autor ao receber o Prêmio Luís de Camões, considerado o mais importante prêmio concedido a escritores da língua portuguesa, entre outros. Foi a forma encontrada para tentar tirá-lo do estado depressivo em que se encontrava. 

Como não admirava a música, o autor foi perdendo também a vontade de falar. Era, sem dúvida, o nosso mais forte concorrente ao prêmio Nobel, com diversas indicações dos mais variados segmentos de nossa sociedade.  

Abaixo o discurso proferido por Arnaldo Niskier, presidente da Academia Brasileira de Letras, por ocasião da morte do poeta, em 1999, no Rio de Janeiro:

"Adeus a João Cabral"

"Severino retirante,
deixe agora que lhe diga:
eu não sei bem a resposta
da pergunta que fazia,
se não vale mais saltar
fora da ponte e da vida;
nem conheço essa resposta,
se quer mesmo que lhe diga;
é difícil defender,
só com palavras, a vida,
ainda mais quando ela é
esta que vê, Severina;
mas se responder não pude
à pergunta que fazia
ela, a vida, a respondeu
com sua presença viva."

Vida que foi para João Cabral uma bonita e ao mesmo tempo sofrida obra de engenharia poética, como demonstrou no seu inesquecível Morte e Vida Severina.

Aos 79 anos, apaga-se a voz de significação universal, com a singularidade do seu verso, tantas vezes lembrado para a glória do Prêmio Nobel de Literatura.

Fonte:

Malba Tahan (As Inconsoláveis de Hamadã)


A cidade de Niampur, na Índia, — conta-nos antiga lenda — vivia outrora um santo hindu que se tornou famoso pelos profundos conhecimentos que possuía acerca das leis, costumes e crenças de todos os povos do mundo.

Chamava-se Kavira, o Bhagavã  (1), esse grande e virtuoso sábio.

Um dia Kavira (Allah o tenha em sua glória!) e seu discípulo predileto Lahima Sen, como iam de peregrinação ao templo sagrado de Kasbin, caminhavam por uma larga e serpenteante estrada nos arredores de Hamadã, quando ouviram um alarido singular, que parecia provir do fundo da floresta.

Assustou-se o jovem discípulo com a inesperada bulha.

— Mestre — exclamou, dirigindo-se ao santo — alguma coisa de muito grave e extraordinário se passa na floresta! Ouço um barulho espantoso, como se uma legião de gênios infernais rompesse do seio da terra e viesse apupar o sagrado silêncio que dormia, há pouco, sob estas folhagens.

— Meu filho — respondeu o sábio — devemos procurar para os acontecimentos do mundo explicações simples e naturais. Por que atribuir a fatos mais correntes da vida origens milagrosas e fantásticas? Deus seja louvado! Tudo o que se passa na terra, repito, se prende a causas simples e naturais.

E como o discípulo continuasse a mostrar-se atemorizado com o ruído que ouvia, o mestre prosseguiu:

 — Esse grande ruído que perturba agora o silêncio da floresta não é causado nem por gênios malignos nem por demônios em legião. Trata-se simplesmente de um elefante domesticado que os lenhadores obrigam a arrastar um tronco cheio de ramos e folhagens, pela estrada que atravessa a floresta!

Poucos passos depois, realmente, mestre e discípulo viram vários homens que conduziam, aos gritos, moroso e gigantesco paquiderme.

— Eia! Upa! Upa! Kab! — e o hercúleo animal arrastava, na verdade, um grande tronco, cheio de ramagens que remexiam o cascalho do caminho, produzindo um barulho ensurdecedor.

— É tudo assim na vida — observou o bom do Kavira. — É tudo assim na vida! Ouve-se um grande ruído, a inexperta fantasia se apresenta em dar-lhe origens demoníacas. Afinal... não passa o caso de um velho elefante a arrastar ramos secos pelo caminho!

Tinha o famoso Bhagavã proferido estas judiciosas palavras, quando avistou, sentadas à beira da estrada, três mulheres que choravam.

— Eis ali, ó mestre! — exclamou o jovem Lahima — três mulheres debulhadas em pranto! Alguma coisa de muito grave e extraordinário por certo lhes aconteceu.

— Não julgueis assim pelas aparências, meu filho — retorquiu Kavira. — Aquelas mulheres choram, com certeza, por algum motivo muito simples e natural.

— Eis ali, ó Mestre! — Exclamou o jovem Lahima — Três mulheres debruçadas em pranto! Alguma coisa de muito grave e extraordinário por certo lhes aconteceu.

E tomados de viva curiosidade aproximaram-se das três mulheres.

O sábio dirigiu-se à primeira e interrogou-a:

— Por que choras, ó infeliz? Que infortúnio te feriu tão cruelmente para que aqui te entregues ao desafogo das lágrimas?

— Ah! Meu senhor! — respondeu a mulher, entre soluços. — Sou uma desgraçada! Meu marido cada vez que se encontra comigo, nega-se a maltratar-me, não quer espancar-me! Insiste em dispensar-me o maior carinho e bondade!

E de novo entregou-se a copioso e desfeito pranto.

— É incrível! É extraordinário! — exclamou Lahima, assaltado por indizível espanto. — Esta rapariga chora por um motivo singularíssimo, nunca visto! Chora porque o marido não quer espancá-la! Como podemos explicar isto, ó mestre?

O santo Kavira (com ele a oração e a paz!), entreabrindo um sorriso de tolerância e bondade, cifrou nele a sua resposta. Aquele fato que assumia aos olhos do discípulo a feição de um acontecimento absurdo e inconcebível, deveria ter uma explicação simples e natural.

— Vejamos o que diz essa jovem — volveu ele, apontando para outra mulher que também se entregava ao derivativo das lágrimas.

— Ah! Meu senhor — lamentou a interpelada entre soluços. — Allah tenha piedade de mim! Sou Iasmina, filha de Abdul Ben Hamed, a mulher mais infeliz do mundo. Amo apaixonadamente meu marido. Tenho-lhe afeição sem limites, e, no entanto, o ingrato insiste em não querer casar com outra mulher! Não quer escolher outra esposa.

E através do véu claro que ensombrava o rosto da jovem, viam-se as lágrimas a escorrer-lhe pelas faces.

— É espantoso! É inverossímil! — exclamou Lahima. — Esta mulher chora por uma razão que jamais a fantasia humana poderia conceber! Chora porque o marido, que ela tanto estima, sujeito ao seu afeto, não quer casar com outra mulher!

E voltando-se novamente para o sábio, perguntou:

 — Como explicas esta anomalia, ó tu que és sapientíssimo?

O piedoso mestre mais uma vez esboçou um sorriso que refletia toda a sua benevolência e brandura. Aquele fato, na aparência tão estranho, deveria ter, na verdade, uma explicação bem simples e natural.

Antes, porém, de justificar com palavras o seu elevado juízo sobre as estranhas razões de infortúnio alegadas pelas duas mulheres, aconselhou ao jovem que ouvisse também a terceira.

E esta, que era mais formosa que a flor azul do lótus, interrogada, assim falou:

— Sou uma infeliz, ó generoso príncipe! Sou a mulher mais desventurada do mundo! Casei unicamente por interesse, com um homem riquíssimo. Meu marido possui terras imensas, ricos palácios e numerosos escravos! Por sua morte todos os seus bens passarão para o meu poder. Há cinco ou seis dias, porém, foi meu marido assaltado por uma enfermidade gravíssima. Os médicos mais ilustres e famosos do país, chamados à consulta, declararam-no perdido, sem cura possível. Percebendo que ia ficar viúva, ajoelhei-me a seus pés e pedi-lhe que me repudiasse antes de morrer. Eu não quero ficar viúva, embora ambicione a riqueza que ele possui!

E, entre soluços, a pobre mulher prosseguiu:

— Meu marido, porém, penalizado com a sorte de minha família, insiste em não querer deserdar-me! Hoje ou amanhã morrerá e eu serei a sua única herdeira! Eis a minha enorme desdita, ó senhor! É por isso que eu choro!

— É positivamente espantoso! — observou Lahima, que mal podia exprimir-se de atônito que estava. — As razões de que se serve esta mulher para lamentar-se são na verdade inconcebíveis. Não quer ser viúva de um homem rico, ao qual se uniu unicamente por interesse! É positivamente absurdo!

Pela terceira vez o grande sábio hindu (Allah, porém, é mais sábio!), ao ouvir as exclamações do discípulo, deu mostras de branda alegria.

E como estivesse habituado a decifrar os mais complicados problemas da vida, falou desta sorte:

— Observei, raciocinei e posso, em conclusão, garantir com absoluta certeza, que estas três mulheres choram por motivos extremamente simples, frutos naturais da alma feminina! A primeira, pela maneira de falar e pelos grossos brincos de osso que traz, deixa perceber que é natural do Afeganistão. Ora, segundo uma antiga lei deste país, o marido que espanca a mulher é obrigado a dar-lhe, a título de indenização, jóias e vestidos novos! Ora, esta moça, como é muito vaidosa, chora porque o marido não a espancando de vez em quando não lhe dá o direito de exigir dele jóias custosas nem trajes vistosos. Chora, portanto, por um motivo simples e natural: chora por vaidade!

— E a segunda, ó mestre! Como explicar o caso desta Iasmina, a rapariga apaixonada?

— O caso de Iasmina, filha de Abdul Ben Hamed, ainda é mais simples de esclarecer. Trata-se, como facilmente pude observar — pelo véu, pelos trajes e pelo nome — de uma jovem árabe maometana. Como é notório, os muçulmanos podem ter até quatro esposas. Iasmina é, porém, a única. Sente-se, entretanto, cansada com os trabalhos caseiros e tem grande vontade de que seu marido tome uma segunda esposa, de modo que ela tenha mais descanso. Uma vida trabalhosa fará facilmente com que ela cedo venha a enfear e envelhecer. Quer, portanto, poupar-se, conservar--se formosa e sedutora para prender com seus encantos um marido que ela ama apaixonadamente.

E, ante o profundo pasmo do jovem, o grande sábio concluiu:

- Quanto à terceira mulher — que deseja ser repudiada pelo esposo moribundo — a explicação de suas lágrimas não oferece a menor dificuldade. Trata-se de uma hindu, cujas seitas religiosas são intolerantes. Segundo as crenças de sua gente, a viúva é obrigada a atirar-se à fogueira que consome o corpo do marido. Não se sentindo com coragem para tão grande sacrifício, por um homem que ela não ama, essa mulher prefere ser repudiada a ter de acompanhar o marido ao fogo! Que lhe poderá importar a herança do marido se os bens superabundantes não lhe hão de evitar a morte?

E Kavira, o santo hindu, concluiu, com um sorriso de bondade e candura:

— Esta, meu filho, chora porque tem medo da morte! E haverá coisa mais natural do que o instinto de conservação?

E ao longe no seio da mata sombria, ouvia-se, ainda, vagamente, o ruído que o elefante dos lenhadores fazia, arrastando a pesada carga pela estrada afora...

— É tudo assim na vida!

Uassalã!
_________________
Nota:
1- Bhagavã - Aquele que está salvo. Bem-aventurado.

Fonte:
Malba Tahan. Minha Vida Querida.

quinta-feira, 3 de janeiro de 2019

Professor Garcia (Trovas que sonhei cantar) 1



Amor de mãe, não se encerra,
nem jamais pode acabar!...
Sem seu amor sobre a terra,
tem sentido o verbo amar?...

Aos pés da antiga cascata,
a lua em jura secreta,
derrama gotas de prata
nas mãos do velho poeta!

A vida não se resume
aos ingratos sonhos vãos...
Fica sempre algum perfume
na mão que incensa outras mãos!

Foi diante do altar, meu filho,
que em preces, caindo aos molhos...
Vi luzes perdendo o brilho,
ante o brilho de teus olhos!

Foi contra a franga, a disputa,
que o frango "naquele" embalo...
Depois que perdeu a luta,
nunca mais cantou de galo! 

Foram-se os dias... Os anos...
E as lembranças desse adeus,
trago dos beijos profanos
que roubei dos lábios teus!

Gigantesco, o mar se alteia,
e sem ter vergonha alguma...
Cochila e dorme na areia
sobre arabescos de espuma!

Lágrima na despedida,
que embarga a voz e não sai;
a dor, é bem mais sentida,
quando em silêncio ela cai!

Não sou barão, nem sou nobre,
sou mendigo e viajor...
Minha riqueza é ser pobre
entre os mais ricos de amor!

Na parede, um quadro lindo,
antigo e tão sedutor...
Mostra-me meus pais sorrindo
na adolescência do amor!

Se o pôr do sol desconforta,
e a saudade é um desconforto,
mais triste é a saudade morta,
aos pés do seu dono morto!

Se tens tanto, e és indeciso
e crês, que o mal te consome,
busca a paz que há no sorriso
do rosto de quem tem fome!

Fonte:
Professor Garcia. Trovas que sonhei cantar. vol.2. Caicó: Ed. do Autor, 2018.  Livro gentilmente enviado pelo autor, recebido ontem (02 jan) à tarde.

Mário Quintana em Prosa e Verso 4


O MILAGRE

Dias maravilhosos em que os jornais vêm cheios de poesia... e do lábio do amigo brotam palavras de eterno encanto... Dias mágicos... em que os burgueses espiam, através das vidraças dos escritórios, a graça gratuita das nuvens...

EPÍGRAFE

As únicas coisas eternas são as nuvens...

OS VIRA-LUAS

        Todos lhes dão, com uma disfarçada ternura, o nome, tão apropriado, de vira-latas. Mas e os vira-luas? Ah! ninguém se lembra desses outros vagabundos noturnos, que vivem farejando a lua, fuçando a lua, insaciavelmente, para aplacar uma outra fome, uma outra miséria, que não é a do corpo...

O ESTRANHO CASO DE MISTER WONG

Além do controlado dr. Jekyll e do desrecalcado Mister Hyde, há também um chinês dentro de nós: Mister Wong. Nem bom, nem mau: gratuito. Entremos, por exemplo, neste teatro. Tomemos este camarote. Pois bem, enquanto o dr. Jekyll, muito compenetrado, é todo ouvidos, e Mister Hyde arrisca um olho e a alma no decote da senhora vizinha, o nosso Mister Wong, descansadamente, põe-se a contar carecas na plateia...

Outros exemplos? Procure-os o senhor em si mesmo, agora mesmo. Não perca tempo. Cultive o seu Mister Wong!

CHÃO DE OUTONO

Ao longo das pedras irregulares do calçamento passam ventando umas pobres folhas amarelas em pânico, perseguidas de perto por um convite-de-enterro, sinistro, tatalando, aos pulos, cada vez mais perto, as duas asas tarjadas de negro!

A VINGANÇA

Se eu fosse Deus, eu mandava os comendadores mortos (ah, como nos havíamos de rir, ó Walt Disney!), eu os mandava a todos, com as suas almas graves, encasacadas e de óculos, para o doido País das Sinfonias Coloridas.

PURÍSSIMA

As admiráveis instalações sanitárias que há na lua!

Tudo branco, tudo polido, tudo limpinho. Jorros d'água. Frescor. Alívio. Os anjos que o digam! Pois só aos anjos é permitido servirem-se do nosso higiênico satélite para as suas abluções e necessidades...

PROVÉRBIO

O seguro morreu de guarda-chuva.

HORROR

Com os seus OO de espanto, seus RR guturais, seu hirto H, HORROR é uma palavra de cabelos em pé, assustada da própria significação.

TRISTE ÉPOCA

Em nossa triste época de igualitarismo e vulgaridade, as únicas criaturas que mereceriam entrar numa história de fadas são os mestre-cucas, com os seus invejáveis gOrrOS brancos, e os porteiros dos grandes hotéis, com os seus alamares, os seus ademanes, a sua indiscutida majestade.

CRISE

Por causa dos ilusionistas é que hoje em dia muita gente acredita que poesia é truque...

Fonte:

Contos e Lendas do Mundo (China: A Lenda de Ch'ienniang)


(Um conto da dinastia Tang. Supõe-se que esta história tenha ocorrido em torno de 690 d.C.) 

Ch'ienniang era filha de Chan Yi, um oficial em Hunan. Tinha um primo chamado Wang Chou, rapaz inteligente e bonito. Tinham sido criados juntos desde a mais tenra idade e como seu pai gostasse muito do menino tinha dito que faria de Wang Chou seu genro. Ambos ouviram essa promessa e, como a menina fosse a única filha e estivessem sempre juntos, cada dia mais se afeiçoavam um ao outro. Já agora eram dois jovens e continuavam, entretanto, a se tratar como parentes íntimos. Infelizmente o pai da jovem era o único que nada percebia. 

Um dia, um jovem oficial veio pedir-lhe a mão da filha e ignorando, ou esquecendo sua promessa primitiva, ele consentiu fazendo com que Ch'ienniang, desesperada entre o amor e a piedade filial, quase morresse de dor, causando tal desgosto ao rapaz que ele resolveu sair para outras terras em vez de ficar ali e ver sua amada tornar-se a esposa de um outro. Assim, inventou um pretexto e informou o tio de que precisava ir para a capital. Como o tio não conseguisse persuadi-lo a ficar, deu-lhe dinheiro e presentes e preparou um banquete de despedida para ele. Wang Chou, triste por ter de separar-se da amada, pensou na partida durante toda a festa dizendo a si mesmo que era melhor partir do que viver ali vendo seus sonhos despedaçados. 

Assim, Wang Chou saiu num barco da tarde, e antes de estar a algumas milhas de distância já a noite caíra. Disse ao barqueiro que amarrasse o barco na praia e descansasse a noite. 

Não conseguiu dormir e, por volta da meia-noite, ouviu passos ligeiros que se aproximavam. Em poucos minutos o som pareceu bem perto do barco. 

Ergueu-se e perguntou: - "Quem pode ser a esta hora da noite ?" 

- "Sou eu, Ch'ienniang," foi a resposta. 

Surpreso e encantado, levou-a para o barco e ali ela lhe contou que esperara ser sua esposa. que o pai não tinha procedido bem para com ele e que ela não suportava a separação. Receava, outrossim, que ele, só e viajando por terras estranhas pudesse ser tentado a suicidar-se. Eis porque recaíra na censura da sociedade e na cólera dos pais e viera segui-lo para onde quer que fosse. Assim ambos ficaram satisfeitos e continuaram a viagem juntos para Szechuen. 

Passaram-se cinco anos de felicidade e ela o presenteou com dois filhos. Porém não tinham notícias da família e diariamente ela pensava nos pais. Era essa a única coisa que lhes empanava a felicidade. 

Ele não sabia se os pais ainda viviam e quais as condições e, certa noite, começou a contar a Wang Chou como se sentia infeliz e, por ser a filha única, como se considerava culpada de grande impiedade filial por ter deixado os velhos pais dessa maneira. 

- "Tem um coração cheio de amor filial e estou de acordo com você," disse-lhe o marido. "Já se passaram cinco anos, certamente não nos guardam rancor. Voltemos para casa." 

Ch'ienniang exultou ao ouvir isso e assim fizeram todos os preparativos para voltar para casa com os dois filhos. 

Quando o bote chegou à cidade natal, Wang Chou disse a Ch'ienniang: 

- "Não sei qual o estado de ânimo de seus pais. Será melhor que eu vá para verificar." 

Seu coração palpitava ao aproximar-se da casa do sogro. Ao vê-lo, Wang Chou ajoelhou-se pedindo perdão. 

Ao ouvir isso, Chang Yi surpreendeu-se e disse: - "De quem esta falando? Ch'ienniang jaz inconsciente em sua cama nesses últimos cinco anos, desde que você nos deixou. Ela jamais abandonou o leito." 

- "Não estou mentindo," disse Wang Chou. "Ela está passando bem e esperando por mim no barco". 

Chan Yi não sabia o que pensar, por isso, mandou duas servas ver Ch'ienniang. Elas a viram sentada, bem vestida e feliz e até disse às servas para que falassem com seus pais o quanto os amava. 

Amedrontadas, as duas servas correram para casa para dar essas novas e Chang Yi ainda ficou mais intrigado. Nesse ínterim, aquela que estava na cama ouviu as novidades e parece que sua enfermidade desapareceu e os olhos brilharam. Levantou-se da cama e vestiu-se, ajeitando-se diante do espelho. Sorrindo e sem proferir uma palavra, encaminhou-se diretamente para o barco. 

A que estava no barco, preparava-se para tomar o caminho de casa e assim encontraram-se nas margens do rio. Quando as duas chegaram perto uma da outra seus corpos fundiram-se num só, com roupas em duplicatas, e surgiu a antiga Ch'ienniang tão jovem e encantadora como nunca. 

Os pais ficaram satisfeitíssimos, porém pediram aos servos que guardassem segredo e nada dissessem aos vizinhos a respeito do que acontecera, a fim de que não houvesse comentários. Eis porque ninguém, exceto os parentes mais chegados da família Chang, jamais soube desse estranho acontecimento. 

Wang Chou e Ch'ienniang viveram como marido e mulher durante mais de quarenta anos antes de morrerem. 

Fonte: